Todos los inversores tienen una postura definida frente al rendimiento que desean obtener y al riesgo que están dispuestos a aceptar a tales fines. Así encontraremos personas con mayor o menor tolerancia a las pérdidas y, consecuentemente, mayor o menor apetito por la rentabilidad a conseguir.
En este contexto de riesgo/rendimiento se vuelve fundamental conocer qué características nos definen como inversores, para de esa manera tener una adecuada claridad al momento de elegir aquellas alternativas que mejor se ajustan a nuestros objetivos, expectativas o necesidades, presentes y futuras.
Es claro que cada persona toma sus decisiones de inversión de acuerdo a una serie de preferencias individuales, no obstante, es posible establecer alguna característica en común, las cuales nos agrupan y definen en un perfil de inversor determinado.
Para conocer qué tipo de inversores somos, es muy útil aplicar una herramienta denominada “Test del inversor”, la cual se basa en una serie de preguntas relacionadas con:
- Edad actual: el rango etario nos ubica en relación con el horizonte temporal de la inversión. Por ejemplo, una persona joven es más propicia a tomar mayores riesgos y soportar pérdidas ocasionales, dado que el tiempo juega a su favor si tuviese que esperar para recuperar su dinero. Por lo contrario, una persona de edad avanzada seguramente va a privilegiar rendimientos menores, pero más seguros.
- Experiencia en inversiones: tener (o no) conocimientos sobre los distintos tipos de activos financieros que están disponibles y sus comportamientos en relación con el riesgo y al rendimiento, nos ayuda a entender cómo funcionan estas variables y nos facilitan el proceso de selección.
- % del ingreso mensual que se destinará a invertir: si nuestra capacidad de ahorro sobre el ingreso habitual es baja, seguramente elegiremos opciones conservadoras que lenta, pero que progresivamente nos aseguren una apreciación del capital. Sí estamos más cómodos en la relación ahorro/ingreso, entonces seremos más permeables a opciones más riesgosas, en tanto tenemos mayor margen en dinero disponible para aceptarlas.
- Plazo deseado: cuando elegimos productos financieros es necesario saber con la mayor precisión posible por cuanto tiempo vamos a estar dentro de la inversión. Este horizonte propio (corto, mediano o largo) se relaciona con el tiempo que las inversiones financieras requieren para madurar. Por ejemplo, los plazos fijos y FCI de dinero generan ingresos estables desde el primer día, en tanto productos de renta variable, como son las acciones, los fondos de inversión mixtos o las pólizas de retiro, requieren mayor tiempo para capturar las oportunidades de subas del mercado.
- Preservar el dinero u obtener ganancias: a la hora de invertir, nuestras preferencias pueden estar dadas en rentabilidades conocidas de antemano, fijas y regulares (plazo fijo) aunque las mismas sean mínimas, o nos puede parecer mejor tener la posibilidad de ganar mucho más aún teniendo que soportar transitoriamente algún nivel de pérdida (instrumentos de renta variable).
- Tolerancia y comportamiento frente a las pérdidas: esto define cuan opuestos al riesgo somos y cómo nos comportamos frente a un suceso financiero negativo. Si nos inquieta mucho perder dinero (aunque sea temporalmente) y queremos resolverlo de forma rápida, seguramente las alternativas riesgosas no son para nosotros.
Una vez contestadas estas preguntas, el test resolverá nuestra situación y nos situará en alguno de los 3 perfiles que comúnmente se definen. En términos generales se presentan de la siguiente manera:
Perfil Conservador
Como inversores estamos dispuestos a perder poco o nada de dinero, por eso las alternativas que mejor satisfacen nuestras preferencias se refieren a instrumentos financieros de bajo riesgo y de rendimiento predecible, para así mantener el valor del capital y no sufrir pérdidas. El horizonte de inversión mínimo se sitúa desde 1 a 12 meses.
Perfil Moderado
En este perfil buscamos el crecimiento de nuestro capital a mediano plazo. Podemos soportar algunas pérdidas moderadas y, por lo tanto, estamos dispuestos a asumir variaciones temporales a cambio de mejores rentabilidades potenciales.
Los instrumentos recomendados para este perfil son, en su mayor proporción, de renta fija y predecible, y complementariamente otras opciones de renta variable, como las acciones. En este caso, el tiempo para permanecer invertido será de entre 1 y 3 años.
Perfil Audaz
Para este segmento el objetivo es la alta rentabilidad en las inversiones, razón por la cual aceptamos mayor proporción de nuestras posiciones en instrumentos con mejores rentabilidades esperadas y más riesgo asociado. Consecuentemente, el horizonte requerido será de más de 3 años.
Es importante, entender y respetar tu propio perfil de riesgo, podrás tomar resoluciones más acertadas que contribuirán al logro de una salud financiera sólida y sostenible a largo plazo.