El regreso al colegio puede generar algo de ansiedad tanto en los chicos como en vos, después de un largo descanso. La clave para que este regreso no sea un estrés es prepararte tranquilo y cuidar tanto la salud emocional como la física de tu hijo. Aquí te dejamos algunos consejos esenciales para que la vuelta a clases sea mucho más tranquila y positiva.
1. Motivá a tu hijo y ayudalo a generar expectativas positivas
Es importante que tu hijo/a vea el regreso al colegio como una oportunidad, no como una obligación. Ayúdalo a enfocarse en lo bueno que le trae la escuela, como reencontrarse con amigos o aprender algo nuevo. Por ejemplo, podés decirle: “Este año vas a poder aprender cosas superinteresantes” o “Vamos a organizar una salida con tus amigos”. De esta manera, se va a entusiasmar con lo que viene y no se va a centrar en los miedos o la ansiedad.
2. Escuchalo y validá sus opiniones
Es fundamental que tu hijo/a sienta que sus pensamientos y emociones son escuchados y respetados. Si te cuenta sus miedos o inseguridades sobre el regreso a clases, no minimices lo que siente. Decirle cosas como “Entiendo que te dé miedo el primer día” o “Es normal sentirse nervioso, todos hemos pasado por eso” valida sus emociones y le da seguridad. Cuando un niño se siente comprendido, se reduce mucho el estrés y la ansiedad.
3. Retoma rutinas
Una de las mejores maneras de minimizar el estrés del regreso a clases es retomar las rutinas. Tener los horarios bien definidos, como la hora de la cena y de ir a dormir, planificar los tiempos de estudios y los de recreación.
4. Fomentá la importancia de un equilibrio saludable
Si bien las calificaciones o el rendimiento es importante, recordá que el bienestar de tu hijo es aún más crucial. Es esencial que aprenda a equilibrar los estudios con el tiempo para descansar y jugar. No todo es sobre ser perfecto en la escuela, sino sobre aprender a disfrutar el proceso y a enfrentar los desafíos con calma.
5. Controlá el tiempo de pantallas
El exceso de tiempo frente a pantallas puede afectar tanto el sueño como la concentración. Establecé límites razonables para el uso de dispositivos electrónicos y fomentá actividades al aire libre. Esto no solo ayudará a tu hijo a desconectarse, sino que también mejorará su salud física y emocional.
6. Recordale que sos su mayor aliado
Es importante que tu hijo sepa que siempre puede contar con vos. Animalo a que te comparta sus preocupaciones o dificultades y hacele saber que estás ahí para apoyarlo. Tener el respaldo familiar genera seguridad y reduce mucho el estrés.
El regreso a clases no tiene por qué ser sinónimo de estrés. Preparar a tu hijo emocional y físicamente para el nuevo año escolar hará que enfrente este proceso con más calma y confianza. Con unos pequeños ajustes en la rutina diaria y un enfoque equilibrado, podés ayudar a que tu hijo/a disfrute de este nuevo año escolar.